A translation of the entry into English is here.
Resumen. Esta campanita resume lo que pude hacer en un viaje reciente a Colombia, mi país de origen, y retoma la temática de Jesús como el equilibrio para argumentar que el amor verdadero nos atañe a todos. La canción “La diferencia” resume lo que debemos hacer y se puede escuchar aquí:
La canción también se puede escuchar y visualizar en un video de YouTube al final del texto.
La Presentación del blog provee información acerca del propósito de estas campanitas y la Organización del mismo muestra cómo las entradas se agrupan por categorías. Esta entrada pertenece a las categorías “Jesús el equilibrio, la hipotenusa y X = Y”, “Campanitas colombianas”, “Campanitas vivenciales” y “Recuerdos de responsabilidades”.
Hace pocas semanas, en el mes de septiembre de 2019, tuve la oportunidad de volver a mi patria, Colombia, para hacer lo que creo me toca a mí: el intentar explicar cómo la ciencia moderna ilumina urgentemente el amor de Jesucristo como la única y mejor opción en nuestras vidas.
Aunque no pude romper el récord de dieciséis conferencias antes establecido, cual relatado en un festejo bonito aquí, pude hacer, gracias a Dios, quince pláticas que creo dejaron buenas semillas en diversas audiencias, tanto en universidades, como en un Seminario, como en un Grupo de Oración.
Contribuyendo así a la Nueva Evangelización de una manera novedosa y con el debido ímpetu de un acto amoroso proselitista que muestra e invita al único camino al Padre, logré mi cometido guiado por las sorpresas del Espíritu Santo que, entre otras cosas, me permitió, acompañado de cánticos inspirados (como los hallados en estas campanitas), el conocer a nuevos y valiosos amigos en la verdadera fe.
Cuando hoy por hoy me parece que todo fue un sueño, como suele sucederme una vez regreso a California, le doy gracias a Dios por permitirme hacer el poquito que me toca para contribuir a Su Reino. Pues, más allá de la clase seminario que hago en estos días por estas latitudes y a lo largo del año académico — lo cual también es sólo un poquito, como lo es hacerla también en Roma — ciertamente sueño desde ya con hacer otro poquito en viajes futuros, ya sea por mi patria o más allá …

… Como se puede constatar, la conferencia que más compartí en mi última excursión fue la de La Hipotenusa, la más sencilla de todas y hallada en forma de video aquí, la misma que nos permite entender cómo podemos aprender de la forma en que sucede la turbulencia natural para escoger volvernos amorosos y pacíficos. Como repaso a lectores asiduos o como aperitivo a aquellos que me leen por primera vez, a continuación explico un poco acerca del geométrico asunto.
Tal y como se explica en detalle aquí, sucede que existe una forma genérica de fragmentación, como la generada por la turbulencia en el aire, la cual es coherente con el rompimiento del equilibrio en remolinos sucesivos, que llevan consigo variadas y fijas cantidades de energía y que tienen escalas cada vez más pequeñas:

Este proceso, en el cual se observa la metafórica fracción 2/3 — en el movimiento de los espirales mostrados rotando hacia adentro que bien expresan el egoísmo, aunque en el dibujo aparezcan como entes estáticos — termina denotando correctamente, de la ciencia a la Palabra de Dios, la labor divisiva del “príncipe del poder del aire” (Ef 2:2) y el “príncipe de este mundo” (Jn 12:31), el mismísimo diablo. Pues su invitación falsa, yendo siempre hacia lo negativo, da lugar a las desigualdades genéricas en el mundo y a la eventual carencia de cohesión por doquier (y también dentro de nosotros mismos), simbolizada por el polvo prescrito de la muerte (Gn 3:19).
Sin embargo, si tenemos en cuenta que tenemos, como humanos con alma, la opción de unir en vez de dividir, podemos emplear el mismo diagrama proverbial, pero siguiendo el flujo antinatural del amor, es decir en sentido contrario de la diabólica codicia, para animar hacia la conversión y así movernos hacia la misericordiosa reconciliación:

Como es facíl reconocerlo, este gran Sacramento se logra “rellenando todo valle y rebajando todo monte” (Lc 3:5), para al rectificar definir, en la debida calma y sin turbulencia alguna, la única manera en que puede hallarse la verdadera paz. Esto corresponde, claro debe estar, a nuestra elección de entregarnos a la pureza y a la virtud en nosotros y de darnos amorosamente a los demás, cual denotado por un simbólico espiral positivo, el mismo que denota geométricamente la cruz del mayor sacrificio imaginable, el cual sucedió precisamente a la hora nona por nuestros divisivos pecados (Mc 15:34).
Es evidente que una vez todo esto está entendido, es decir el que Jesús (el equilibrio y la hipotenusa acumulando) sea la única solución, nuestro primer deber debe ser el arrepentirnos de corazón de nuestro pecado, para luego poner en práctica Sus enseñanzas y así caminar amorosamente y en santidad hacia la unidad:

Aunque este hacer, interno y externo, parezca ser sólo un poquito, al final no lo es, pues allí está la única manera de hallar la plenitud dentro de nosotros y de mejorar, entre todos, el mundo quebrado que nos rodea.
La canción a continuación fue inspirada por un estudiante de física llamado Bryan quien se acercó a mí hace años, uno sonriente que se maravillaba con la posibilidad del amor que hace la verdadera diferencia. Ojalá ya salga la raíz de dos para que esta tonada suene con la vehemencia de una orquesta y así dote un poquito de conciencia. No hay duda que a todos nos toca ser la diferencia — sí, a mí y a ti — y sobre todo en estos tiempos extraños pero reales del “todo vale” en los que nuestro planeta “se está calentando” más y más, y no precisamente de a poquitos.
LA DIFERENCIA
¡A todos nos toca y nos toca entre todos!
Una voz se dijo al pensar,
una voz se dijo al pensar:
¡ay qué incoherencia!
mira tú cómo van las cosas
con problemas multiplicados
y con líos por todos lados,
oh cuánta impotencia…
Esa voz se dijo en verdad,
esa voz se dijo en verdad:
¡ay qué intransigencia!
mira tú, la vida está loca
y no veo cómo resolverla
ay por Dios, qué cosa mi hermano,
pierdo la paciencia…
Y allí muy adentro esa voz oyó,
y allí muy adentro esa voz oyó,
una vocecita que le susurró…
Y esa voz se dijo al penar,
y esa voz se dijo al penar:
¡hay tanta inclemencia!
mira tú, parecen ay tontos,
se matan los unos a otros,
ya no hay ni buenos ni malos
oh vana insolencia…
Y esa voz se dijo en verdad,
y esa voz se dijo en verdad:
¡ay qué irreverencia!
mira tú, calienta el planeta
la mentira crece absuelta,
no parece que sea cierto
que haya providencia…
Y allí muy adentro esa voz oyó,
y allí muy adentro esa voz oyó,
una vocecita que le susurró,
una vocecita que le susurró…
¡Oye, esa vocecita le susurró!
¿Y sabes lo que dijo?
Escucha bien…
Ay tonifica tu inteligencia
mira tú eres la diferencia.
Repítelo, oye bien.
Ay tonifica tu inteligencia
mira tú eres la diferencia.
Úsala ya con eficiencia
mira tú eres la diferencia.
Ay tonifica tu inteligencia
mira tú eres la diferencia.
Ay ama bien, con consistencia,
no practiques la indiferencia.
Ay tonifica tu inteligencia
mira tú eres la diferencia.
Amigo y enemigo sin displicencia.
Shanti Setú…
Es mejor admitir me equivoqué,
que subir los hombros con un ¡a mí qué!
Ay utiliza tu independencia
que sea mira toda congruencia.
Es mejor admitir me equivoqué,
que subir los hombros con un ¡a mí qué!
Ay sin la piedra sea Su potencia,
también las vendas, vital cadencia.
Es mejor admitir me equivoqué,
que subir los hombros con un ¡a mí qué!
Mejor clemencia por excelencia,
mira tú eres la diferencia.
Que tú eres la diferencia,
que tú eres la diferencia,
que tú eres la diferencia…
Diferente,
no más qué va, falsa apariencia,
coherente,
enmienda to’o con transparencia,
diferente,
sueño de unión es pura ciencia
coherente,
ay hazlo hoy con obediencia,
diferente,
a la fuerza no, es sin violencia,
coherente,
con Cristo ya, con toda urgencia.
Es vital asumir, óyelo bien,
ay la diferencia es vivir con fe.
(octubre 2003/septiembre 2023/enero 2025)
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Canción registrada ASCAP 916349424 copyright © 2022 by Carlos E. Puente
La canción, arreglada por Lázaro Alemán López e interpretada por Leonel Mederos Bravo se puede escuchar y visualizar aquí…