¡La descensión del Señor!/The descension of the Lord ♫

A translation of the entry into English is here.

Resumen. Esta campanita proclama el retorno de Jesucristo nombrando algunas señales prescritas que nos animan a estar preparados para el gran evento. Algunos de dichos signos dan lugar a la canción “Del cielo viene”, bellamente arreglada por Lázaro Alemán López e interpretada por Leonel Mederos Bravo, la cual se puede escuchar aquí:

La canción también se puede visualizar animada en YouTube al final de su texto.

La Presentación del blog provee información acerca del propósito de estas campanitas y la Organización del mismo muestra cómo las entradas se agrupan por categorías. Esta entrada pertenece a la categoría “Jesús el equilibrio, la hipotenusa y X = Y”, “El caos y su higuera” y “Recuerdos escatológicos”.


Un aspecto fundamental de la fe cristiana se centra en un evento aún por suceder: la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo, o su descensión, pues Él vendrá de la misma manera en que ascendió, tal y como los dos hombres vestidos de blanco se lo dijeron a los discípulos antes del primer Pentecostés (Hch 1:6–11). Como lo relata la Palabra de Dios, no estamos esperando ciegamente dicho retorno, pues se nos han dado diversas señales que nos instan a adentrarnos en la conversión y en el amor para así estar debidamente preparados para la segunda venida de Cristo.

En medio de guerras modernas despiadadas que no requieren rumores — por ejemplo, las que están ocurriendo en estos días entre Rusia y Ucrania y entre Israel y Hamas — de ciclones furibundos, terremotos devastadores, incendios forestales voraces, epidemias globales como el COVID 19, y otras calamidades naturales, algunos nos hemos preguntado si ya vivimos en los tiempos del fin.

Ciertamente, las vicisitudes citadas son azotes prescritos al retorno de Jesús (Mt 24:7), como lo es, de acuerdo a mi entender, el advenimiento de una higuera maldecida conteniendo una rama tierna (Lc 21:29–33), tal y como se observa en la ciencia del caos. Además, existen otros signos en estas campanitas que pueden agregarse a la lista. Por ejemplo, la aparición de las letras Alfa y Omega, α y Ω, en un diagrama fundamental de la física asociado con el big bang”, definiendo así una curiosa señal en el cielo (Lc 21:25); y el descubrimiento de las letras J X Y en una piedra debajo de la barbilla del crucificado en el Manto de Turín, que elocuentemente reitera — recordando el edicto “os digo que si éstos (los discípulos) callan, gritarán las piedras” (Lc 19:40) — que Jesús satisfizo la ecuación uno-a-uno, X = Y, la línea recta justa, por medio de Su silueta en la cruz.

En verdad, éstas no son pocas señales y tales se tornan aún más punzantes si se le agrega a ellas el holocausto silente y cruel de millones de niños desde el vientre de sus madres, algo ya tristemente reconocido como un derecho constitucional en el país de “liberté, egalité, fraternité”, el mismo en el que Notre Dame llora y llora rodeada de la caridad enfriada del fin de los tiempos (Mt 24:12).

También se debe agregar a la lista la apostasía augurada antes del retorno de Cristo en el intercambio de verdades por mentiras y mentiras por verdades (2 Ts 2:3) — así esto parezca “adecuado” y normal en estos días que reflejan un todo vale ecuménico que nos ha tocado vivir. Estos desvíos incluyen, recientemente, pocos meses antes de surgir la canción de esta campanita en marzo del 2024, el que se afirme desde la cima de la Iglesia un deseo de un infierno vacío, como si la justicia de Dios se riñera con su misericordia, y que desde allí mismo se declare lícito, y contrario a la fiel tradición, “bendecir” a quienes viven en condiciones claramente desordenadas

… Esta campanita, coincidente en su primera versión del 2018 con la celebración alegre del día de las madres en muchos países y concordante con los buenos consejos de Nuestra Madre María por medio de sus apariciones siempre relevantes del 13 de mayo en Fátima, expresa jubilosamente, hoy por hoy, en la Cuaresma del 2024, que, en efecto, el día feliz va llegando — uno un poco más allá de otro día feliz expresado por Silvio Rodríguez, mi trovador — pues la historia de la humanidad no tiene otra salida posible y no hay quien pueda ponerle freno al mejor evento, pues Jesús ha de volver, acaso pronto.

Siempre recordando Su prodigiosa ascensión al cielo, este breve escrito concluye con una canción Del cielo viene acerca del retorno o descensión de Nuestro Salvador, el único, y lo hace empleando la terminología de la clave— es decir lo esencial — la cual es a su vez el nombre de un sencillo instrumento musical del Caribe que permite marcar el compás de diversos ritmos, como el son y la rumba, dibujando en el proceso, en el toque de dos palos de madera, el símbolo de la cruz, tal y como se hace a continuación, aún con un segmento de rap que pretende llamar la atención de una forma diferente.

Imagino que esta canción podrá ser útil, ojalá desde ya, para animar al gran matrimonio futuro que corona el amor verdadero (Ap 19:6–9). En verdad lo veo venir. Creo, con la debida humildad de quien ha sido amado por Dios sin merecerlo, que debemos prepararnos para el gran día.

En dicho espíritu, retomando el clamor de hermanos emocionados ante el evento vital, y agradecido con Lázaro Alemán López, director musical de mi sueño de canción Shanti Setú/Puente de Paz y quien transforma mis toscas ideas rítmicas en bellas composiciones, reitero, una vez más con la debida exaltación: ¡El día feliz está llegando!, ¡Ay el bien ganó!, ¡Amén! ¡Ven Señor Jesús! (Ap 22:20).


DEL CIELO VIENE

¡El día feliz está llegando!

No hay quien lo pare, no no,
no hay quien lo trabe,
se acerca un día feliz
el fiel lo sabe.

No hay quien lo pare, no no,
no hay quien lo trabe, no,
se viene un canto de amor
vuelve la clave.

De arriba mira
llega una fiesta,
es matrimonio veraz,
total empresa.

Del cielo viene
oh gran orquesta,
es panorama final,
vital promesa.

No hay quien lo pare, no no,
no hay quien lo trabe,
se acerca un día feliz
el fiel lo sabe.

No hay quien lo pare, no no,
no hay quien lo trabe, no,
se viene un canto de amor
vuelve la clave.

De arriba mira
gran fortaleza,
se viene un día feliz,
con toda ciencia.

Del cielo viene
llega que llega,
oh corolario de amor
y justa esencia.

No hay quien lo pare, no no,
no hay quien lo trabe,
se acerca un día feliz
el fiel lo sabe.

No hay quien lo pare, no no,
no hay quien lo trabe, no,
se viene un canto de amor
vuelve la clave.

Del cielo viene…

Ve que es grave
el cielo no aguanta más,
hoy la clave
te digo viene a reinar.

Acciones mira, irreverentes,
cambian lo cierto, impenitente,
señal esquiva, clarividente,
el Justo vuelve ¡ay de repente!

Ve que es grave
el cielo no aguanta más,
hoy la clave
te digo viene a reinar.

Shanti Setú…

Así lo estimen vacío
no lo creas, ve sanando,
el infierno es realidad
y lo evitas con el Santo.

Es comienzo y final
sé leal,
vuelve la clave,
y así será.

¡Ay Dios!

Se acerca un día feliz
estamos apercibidos.

Hoy la clave, te digo
viene a reinar.

Va llegando ya Su día
y del cielo volverá.

Hoy la clave, te digo
viene a reinar.

Él es comienzo y final,
leal siempre Su promesa.

Hoy la clave, te digo
viene a reinar.

Ya regresa, suma o resta,
¡oye la clave!

Oye la clave, vuelve la clave.

No hay quien lo pare.

Oye la clave, vuelve la clave.

Pau papá, tu papá.

Oye la clave, vuelve la clave.

De arriba gran fortaleza.

Oye la clave, vuelve la clave.

Shanti Setú…

Ay ya viene sí
ay se acerca, ay Dios,
ay regresa Él,
ay el bien ganó.

Ay ya viene sí
y pronto mamá,
ay regresa ay Dios
la higuera brotó,
en la ciencia,
ay regresa Él,
ay el bien ganó.

Ay ya viene sí
ay se acerca, ay Dios,
ay regresa Él,
ay el bien ganó.

Ay ya viene sí
la herejía perdió,
apostasía no, no no
ay el bien ganó.

Confianza y fe…

Seguro que sí…

Shanti Setú…

Ay el bien ganó.

Camínalo.

Ay el bien ganó.

Yo

Vuelve inteligencia,
no artificial,
regresa conciencia,
punto final.

Vuelve inteligencia,
verso esencial,
regresa providencia,
juicio total.

Como en los días de Noé…

Ecumenismo,
oh del maligno,
no todo vale,
solo un bautismo.

Oh Dios no cambia,
Él es el mismo,
nunca bendice
lo que es indigno.

¡Ay, llega un tiempo de conejos!

Viene con potencia,
tiempo vital,
llega Su presencia,
oda real.

Viene con potencia,
oh Santo oficial,
llega Su sentencia,
poda infernal.

Bueno, yo me preparo…

Lala, lala lai lalá.

Oye…

No hay quien lo pare…

Ay el bien ganó.

Lala, lala lai lalá.

Es pura certeza…

Él viene…

Ay el bien ganó.

De arriba mira…

Total empresa…

Ay el bien ganó.

La gran orquesta…

Lala, lala lai lalá.

Toda una ciencia…

Un día feliz…

Ay el bien ganó.

(noviembre 2004/noviembre 2023/febrero 2024)

La canción, interpretada por Leonel Mederos Bravo, se puede escuchar aquí…

Canción registrada ASCAP 916349327 copyright © 2022 by Carlos E. Puente

Esta entrada fue publicada en Campanitas y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.